
15 Mar Beneficios y retos del IoT en los seguros
El Internet de las Cosas o Internet of Things (IoT) es un concepto que define todos aquellos objetos físicos interconectados a través de Internet que pueden recopilar y enviar datos por una red inalámbrica de forma autónoma, es decir, sin necesidad de intervención humana.
Según datos de Strategy Analytics, a finales de 2018 había alrededor de 22 billones de estos dispositivos en uso y se prevé que en 2030 se alcanzarán los 50 billones en todo el mundo. Ante este pronóstico, surge la necesidad de plantear nuevos modelos de negocio para aprovechar todas las posibilidades que el IoT ofrece en la gestión de seguros.
Hay tres tipos de dispositivos IoT relevantes para el sector asegurador:
- Sensores telemáticos en vehículos: registran información sobre la conducción como los quilómetros recorridos, las horas de uso o la velocidad.
- Sensores ambientales en casas: sistemas automáticos de seguridad como alarmas o cerraduras, así como también sensores de humo o aires acondicionados.
- Sensores biométricos: conocidos como “wearables” incluyen todo tipo de dispositivos inteligentes que las personas pueden llevar puestos, como por ejemplo los relojes inteligentes, y recopilan datos relacionados con la salud o los hábitos personales.
Con la incorporación de estos datos se pueden ofrecer productos personalizados según las necesidades de cada cliente. En el caso de los seguros de vehículos, el uso y comportamiento al volante del usuario determinaría la prima de manera que aquellos conductores que no recorran muchos quilómetros o tengan una conducción segura podrían beneficiarse. Funcionaría también como un incentivo para una conducción más segura y evitar accidentes.
El IoT, además, tiene una función preventiva. En el caso de los seguros del hogar, la instalación de detectores inteligentes de humo o sensores de control de la humedad podrían alertar a tiempo en caso de incendio o inundación y así mitigar los daños. Esto se traduce en una menor siniestralidad y una reducción de pagos para la empresa aseguradora.
Sin embargo, la implementación del IoT también implica retos que la industria debe resolver.
- Establecer una estrategia de gestión para el gran volumen de datos producido por los sensores
- Garantizar la seguridad y privacidad de estos datos para mantener la confianza con los clientes. Debido al gran número de dispositivos y puntos de contacto son datos especialmente vulnerables frente a los ciberataques.
- Innovar con soluciones aseguradoras basadas en el IoT a la vez que se mantiene el equilibrio con el el funcionamiento tradicional del sector.